Quejarse de que la tecnología nos quita puestos de trabajo es absurdo.
El gran avance de la humanidad ha sido delegar cuantas más tareas sean posible a máquinas, para poder dedicar nuestro limitado tiempo a otras cosas más importantes.
A veces nos apetece hacer tareas manualmente, ya sea preparar un café sin una Nespresso, o lavar una prenda de ropa a mano. A veces es mejor hacerlo de forma manual para no contaminar tanto (como el plástico de las cápsulas de café) o lavar a mano una sola prenda porque no tendría sentido encender la lavadora para tan sólo una sola prenda. Pero sólo a veces.
La realidad es que la tecnología de los electrodomésticos, la electrónica, los vehículos de transporte, los smartphones, las Apps, etc. nos facilitan mucho la vida y nos regalan más tiempo para dedicarlo a cosas más importantes.