Veo con pánico como muchos se lanzan a emprender un proyecto creando sólo una “app”, una aplicación para el móvil, olvidando por completo la web, creando una página corporativa con botones para la descarga de la aplicación, en el mejor de los casos.
Para mi es un error por los siguientes motivos:
– Es mucho más caro desarrollar una aplicación que una web: La hora de desarrollo de una aplicación es mucho más cara en el caso de aplicaciones móviles que de páginas web.
– Es mucho más caro promocionar una aplicación que una web: La
publicidad para móviles es mucho más cara que la publicidad para web.
– Es mucho más difícil posicionar una aplicación que una página web: Es más fácil captar visitas orgánicas en buscadores como Google para web, que lograr instalaciones gratis en las tiendas de aplicaciones.
Es cierto que en algunos proyectos una aplicación es la única opción viable, pero en muchos casos una página web basta para resolver el problema que se pretende solucionar.