Cuando hablo con empresas tradicionales, ajenas al mundo de internet, la mayoría de ellas desconocen que tienen que medir el éxito de sus campañas de publicidad en internet.
Es muy importante conocer el desempeño de nuestra página web, no para ser más sabios y omniscientes, sino para optimizar correctamente y mejorar los resultados que estemos obteniendo.
No hablo sólo de saber cuántas visitas tiene tu página web, sino cómo llegan tus posibles clientes hasta ella y más importante, los que finalmente se convierten en clientes.
Ejemplo
Una pequeña empresa recibe 1000 visitas diarias de Facebook, 200 desde Twitter y 100 desde Google. Alguien podría pensar que Facebook es la fuente más importante.
Pero un análisis de las conversiones refleja que de las 1000 visitas desde Facebook, no se recibe ningún «lead«: Ninguna de esas visitas se convierte en una toma de contacto con la empresa. Simplemente son personas que visitan la web y se van por donde han venido.
De las 200 visitas desde Twitter se reciben 5 correos de personas interesadas en saber más acerca de la empresa y de las 100 de Google se recibe tan sólo 2. Alguien podría pensar que Twitter es la fuente más importante.
Pero un análisis de las conversiones refleja que de los 5 correos de visitas de Twitter, ninguno se convierte en cliente, y de los 2 contactos recibidos por Google, 1 de ellos acaba contratando un servicio de pago.
Es muy importante saber dónde están nuestros posibles clientes para ir a por ellos, pero si no hacemos un seguimiento de las conversiones, no podremos ser eficientes.
Lo bueno que tiene internet en comparación con el marketing tradicional es que todo se puede medir.